martes, 26 de mayo de 2009

LA AUSENCIA DE UNA POLITICA TURISTICA EN SANTA CRUZ



Lic. Daniel Martínez Llaneza
danielmll@magnamedia.com.ar

El Gobierno provincial presenta, en el área de Turismo, una falta de gestión evidente. La inexistencia de una política provincial en la materia, la falta de elementos difusores concretos del turismo dentro de un esquema provincial más amplio y participativo, el escaso desarrollo de esta área en los municipios del interior provincial, entre otros factores, marcan esta situación en contraposición del proyecto del Gobernador Peralta. Quien cada vez que se le presenta una oportunidad habla del cambio de la matriz productiva de esta provincia como algo urgente y necesario.
En el sector turismo, la política del Estado es la única capaz de desarrollar el fomento de la actividad que solo pretende de él las obras necesarias de infraestructura y la promoción de los destinos.

La inacción en materia de gestión del Secretario de Turismo provincial resulta casi un hecho inexplicable para los ciudadanos. Esta inacción también tiene un agravante en Rio Gallegos y en general en el departamento Güer Aike de Santa Cruz, que se registra cada vez que tiene lugar un fin de semana prolongado, cuando buena parte de los residentes parten hacia la ciudad de Punta Arenas (Chile) con el objetivo de llevar a cabo compras de electrónicos, materiales escolares, indumentaria y otros bienes suntuarios en general, aspectos sobre los cuales PRENSA LIBRE y MAGNA FM 100.7 han abundado en su tratamiento. Lamentablemente este tratamiento se llevó a cabo, sin que al Secretario de Turismo Provincial se le pudiera preguntar su opinión o visión sobre el particular, ya que fue imposible de localizar para que efectúe declaraciones al respecto.
Todo esto ante la mirada azorada de los ciudadanos, que en general resultan ser el costado más vulnerable de cualquier proceso de desarrollo, por acción o por omisión.
Sólo Calafate importa…

En el caso particular de la gestión Simunovic como Secretario de Turismo de Santa Cruz, los ciudadanos no encuentran explicación lógica a la ausencia de políticas y medidas anti cíclicas que tiendan a contrarrestar las condiciones desfavorables. Si bien está claro que muchas condiciones actuales son derivadas de la crisis internacional o de situaciones de mercado determinadas, lo que resulta inaceptable es que ante ellas, se asuma de hecho que nada puede hacerse y únicamente pueda caber la resignación, ya que esta condición no es la que caracteriza a la política y su vocación transformadora.

Como dato ilustrativo, se puede mencionar que la permanencia promedio de los visitantes en Rio Gallegos alcanzó en enero/09 1.33 días, mientras que en El Calafate fue de 2,09 días para la fecha mencionada; ese guarismo está explicado por la especialización productiva de ambas ciudades, la primera administrativa y capital de provincia, mientras que la segunda resulta orientada al esparcimiento propiamente. La ocupación de las habitaciones disponibles enero/08 contra enero/09 disminuyó desde un 67% hasta un 42%, en el caso de los hoteles en la ciudad de El Calafate, los para-hoteleros sufrieron menos ya que su demanda se redujo en menos cuantía, pasando de 68% a 53% en enero de 2009. La estadía promedio en esa ciudad también se redujo levemente en hoteles entre el período mencionado, pasando en el caso de turistas alojados en hoteles de 2.3 a 2.03 días, esto es un 12% menos de tiempo que se traduce en menos producción y menos empleo porque los costos empresarios por unidad de tiempo crecen.
La ocupación de las habitaciones en los hoteles de Rio Gallegos sufrió un efecto devastador para el período de referencia, se redujo un 45%, esto ocasiona que la cadena de valor local se reduzca significativamente.

Los santacruceños no se “conforman” con los beneficios actuales que produce el sector turismo, que terminan siendo “acotados” a sectores económicos muy localizados, pero que no se reproducen como una actividad transversal que alcance a importantes agregados del producto bruto geográfico.

Y los ciudadanos no se conforman porque los beneficios de la apropiación de un flujo determinado de renta nacional, al poseer uno de los destinos ‘top’ de Argentina como El Calafate, se ven menguados por la fuga de gastos familiares hacia Punta Arenas las primeras semanas de cada mes. Se podría disfrutar de “mas bienestar” si el empleo y el ingreso de los particulares quedara en Santa Cruz. También la extrema vulnerabilidad de los agregados provinciales vinculados a la actividad turística, al parecer, dependen en mayor grado de variables exógenas al esquema provincial como el tipo de cambio, los modelos arancelarios, los subsidios ‘encubiertos’ que las entidades financieras chilenas brindan a los argentinos que van a comprar en su territorio entre otras, no contando los santacruceños con una política amplia, inclusiva y participativa que tenga como “verdadero objetivo” la distribución de la renta y un modelo de acumulación verdaderamente participativo.

Hacia dónde están los objetivos Estos temas deberían preocupar al secretario Simunovic, precisamente porque preocupa a ciudadanos que ofrecen sus servicios laborales en los mercados locales y a los empresarios que arriesgaron capital, muchas veces sobre la base de un gran sacrificio personal y generacional.
La ausencia de mecanismos que “suavicen” en serio la permanente fuga de recursos que esforzadamente consiguió el sector público provincial o nacional, y, como lo argumentó esta columna ya hace muchas semanas atrás, se reitera mes tras mes y al parecer el funcionario no evidencia preocupación al respecto.
Entonces a estas alturas el ciudadano común se pregunta ¿Por qué no se llevan adelante las iniciativas del propio Gobernador? ¿Únicamente podrán salvarse aquellos que tengan negocios vinculados al turismo en El Calafate y no en el resto de Santa Cruz? A muchos ciudadanos no les queda claro cuáles respuestas corresponden a estas preguntas. En la práctica no existe política provincial en la materia, ni tampoco medidas concretas que permitan determinar objetivos e instrumentos de política económica y turística, únicamente es posible determinar aquello que se haya llevado a cabo que, para el caso de Santa Cruz como provincia, no es mucho.