jueves, 10 de julio de 2008

¡NOS LADRAN SANCHO!


Mondelo solicita Derecho de Replica.

¡NOS LADRAN SANCHO¡
Vista la calumniosa publicación en vuestro medio referida al libro “Cazadores de Imágenes”, me veo en la necesidad de solicitar derecho de replica, a los efectos de realizar ante la opinión pública algunas aclaraciones:.

La primera aclaración que hay que hacer es que El señor Philemon Ibarra no es historiador. Es un recopilador de datos históricos. Así como Blumberg no es ingeniero, ni JorgeTelerman licenciado, Ibarra Philemon no es historiador. No tiene antecedentes académicos ni trabajos de investigación que lo avalen como historiador. Lo cierto es que en estos tiempos discepolianos, cualquiera se carga con un titulo falso en la Argentina para darse chapa.

De las 300 páginas que tiene el libro, escribió una sola. (ver pagina 229).
Ibarra Philemon no puede figurar en el libro como autor porque en realidad no lo es. El proyecto de investigación de la fotografía antigua como documento social de Lago Argentino, en realidad comenzó a desarrollarse con Norberto Guida y Marcela Morgan, antes que el señor Philemon viviera en el Calafate. Philemon se incorporó tiempo después cuando el proyecto ya estaba en marcha y como tal se lo reconoce en los créditos del libro, pero no en su autoría porque no se corresponde con la verdad intelectual, ética y legal del trabajo.

Canibalismo.
Solo los caníbales convierten a El Calafate en una jungla, donde solo es posible mejorar si se pisa al compañero de al lado.
Las fotos, pertenecen al patrimonio de la gente, lo que Philemon con un espíritu mercantilista esta discutiendo es la autoría porque allí puede haber ganancias económicas como autor. Su estrategia es ensuciar el nombre de Cazadores de Imágenes para luego sacar otro libro él con las mismas fotos. Es una pena el conventillo.

Algunos testigos sobre la autoría
Hay numerosas personas que pueden dar testimonio de quien fue el autor de este proyecto, me vieron trabajar en los primeros esbozos del libro, y observaron los borradores de los escritos, donde siempre figure como autor del texto, puedo citar a la Directora de Patrimonio Cultural de la Provincia, arquitecta Silvia Mirelman, al ex-intendente Néstor Méndez, al ex subsecretario de cultura de la Provincia, Rubén Radosaldovic, a Gabriel Pérez ex Director del Archivo Histórico de la Municipalidad de Río Gallegos, al investigador Rodolfo Casamiquela y a muchas antiguas familias de El Calafate, que me abrieron sus casas para mostrarme sus fotos y contarme la historia de este lugar.

La legalidad.
El libro que tiene como editor al Ministerio de Economía de la Provincia, fue auspiciado por el Consejo Federal de Inversiones, la Municipalidad de El Calafate y la Subsecretaria de Cultura de la Provincia, siempre tuvo como autor a quien suscribe estas líneas. Ante cualquier dudar legal cito el IBSN otorgado por la Dirección Nacional del Derecho de Autor. 978-987-24109-0-2.
Se trata de una publicación seria, avalada por importantes instituciones públicas que no merece ser enlodada por la mentira.

Nadie puede hacerse el dueño de la historia.
Recomendaría finalmente, al señor Philemon que en lugar de pelease con los amigos, y realizar canibalismo cultural trabaje mas en el Museo de El Calafate, son muchas las cosas que se pueden hacer desde la cultura para la comunidad, en especial a partir de esta nueva gestión municipal. Pero lo que no debe hacer es apropiarse de la historia del lugar. No es el dueño de las fotos, ni de la memoria de los anarquistas.

El Quijote de la Mancha.
Con esto dejo cerrada toda discusión publica, ni pienso contestar otros agravios, en verdad no tengo tiempo para perder, estoy en Buenos Aires, tratando de difundir en universidades, centros culturales, bibliotecas y medios de comunicación, este libro sobre la historia y las vivencias de la gente de El Calafate, afirmando que además de bellezas geográficas, tenemos un rica historia para contar.
Para finalizar, cuento que Cazadores de Imágenes, ha tenido muy buena crítica en todos los medios donde se ha presentado y cito aquella frase del ingenioso Hidalgo: ¡Nos ladran Sancho, señal que cabalgamos! A lo que agregaría, no es cuestión que cualquier cuzquito nos quiera morder los talones.

Osvaldo Mondelo